EL CONSUMO DE ARTE. Consumo consciente y responsable.
02/06/2014
No es un secreto la sobrepoblación de artistas visuales en la actualidad. Crecen en cantidad pero en términos de calidad es dudable. Paralelo a esto, la cultura de consumo de arte está corrompida por fenómenos mediáticos, por consumir lo que está de moda, consumir-desechar-consumir como un proceso irresponsable que sucede no solo en el mercado del arte sino en el mercado actual.
El consumo de obra artística debe ser una actividad responsable, ética y consciente. La realidad actual es que la imagen es un producto de consumo, no de primera necesidad, pero como producto tiene gran demanda por parte de públicos específicos.
Productores culturales de todas la generaciones están inmersos no sólo en la producción, sino también en su distribución en el mercado a través de ellos mismos, galerías, subastas, incluso hasta en rifas. Aquí es donde inicia la responsabilidad del artista, quién más que ser un productor en serie de imágenes vacuas, deberá hacer uso responsable y ético de sus conocimientos técnicos a la vez de dejar entrever su búsqueda estética individual que tendrá resonancia sin duda alguna en el espectador. Recordemos que la estética no es sinónimo de belleza sino que es la emoción que provoca a partir de su significado simbólico una pieza y que nos atrapa a tal punto de querer poseerla y ahí es donde inicia el proceso de oferta y demanda entre el artista y el consumidor. Irremediablemente si el artista conserva estos principios será una distribución responsable de un producto que será consumido por un público.
Los galeristas tenemos la tarea de exigir calidad a los artistas que enfilan nuestro catálogo, ya que somos responsables intermediarios entre el productor y el consumidor, además conocemos mejor que nadie el mercado del arte, incluso más que los mismos artistas. Distribuir y vender obra artística de calidad es una de las premisas que todo galería deben tener, además somos también formadores de públicos ya que al dar a conocer a los artistas también estamos dando información acerca del repertorio técnico, temático y enfoque estético. Asì también promovemos el consumo responsable, ético y consciente entre los compradores de obra artística.
Por último y no menos importante, siguiendo el curso de la distribución del arte, el consumidor debe escoger la pieza por lo que le provoca, comunica o hace sentir, es decir la experiencia estética que le genere. Para todo público hay creaciones artísticas, las hay de artistas emergentes y de artistas consolidados, podemos escoger entre múltiples opciones donde el consumo de obra artística responsable se lleva a acabo a través de la elección cuidadosa en conjunto con la asesoría del galerista, quien tiene la obligación de dar asesoraría profesional.
El consumo es una realidad de nuestra sociedad, lo que debemos fomentar es una cultura de consumo responsable. Consumir por consumir para luego desechar, es una actitud nada productiva. En el mundo del arte no solo el consumidor es responsable sino el artista lleva consigo el deber de crear con alto sentido de responsabilidad y no producir lo que se vende o está de moda. Bien lo dijo Pablo Picasso (Español 1881-1973): Un pintor es un hombre que pinta lo que vende. Un artista, en cambio, es un hombre que vende lo que pinta.