Ve las pinturas de Jim Carrey y escucha su extraño mensaje de cómo encontró la libertad a través del arte.
15/01/2018
En los últimos años Jim Carrey ha atravesado una profunda transformación, para algunos ha perdido el juicio y para otros se encuentra atravesando un despertar espiritual público. Carrey ha enfrentando un profundo estado de depresión, habiendo tomado Prozac por muchos años, así como el suicido de su novia. Ante esto, se ha refugiado en una veta filosófica neo-advaita, siguiendo a maestros como Jeff Foster y Eckhart Tolle y, también se ha refugiado en la pintura, algo que ha hecho de manera obsesiva. Aunque existen opiniones encontradas de si Carrey realmente es un buen pintor o no, lo que es indudable es que, como muestra la pieza "I Needed Color", su relación con el arte es pasional y es un buen ejemplo del poder transformador, sanador y liberador del arte. "El arte lleva a las personas al presente... No sé qué me enseña la pintura, sólo sé que me libera. Libre del remordimiento, libre del pasado y del futuro, libre de la preocupación... Detrás de todo arte o actuación está el amor, lo que queremos es mostrarnos y ser aceptados".
Jim Carrey dice sobre una de sus pinturas de Jesús: "La energía que rodea a Jesús es eléctrica, no sé si Jesús vivió, si era real, qué significa o demás... pero quería que las pinturas reflejaran la conciencia crística, quería que sus ojos mostraran que estaba aceptando quién eres, quería que su mirada pudiera sanarte".
En otras ocasión Carrey ha dicho que él (aunque tal cosa como "él" o "yo", dice, no existen) cree que su función era volverse alguien famoso, una idea de la fama, haber logrado todo lo que las personas desean, todo lo que llena el ego, y darse cuenta que nada de eso tiene realmente sentido, nada de eso realiza a una persona... y luego abandonarlo, darse cuenta que todo eso era irreal y ficticio. Ser el prototípico personaje, un actor que llevó a cabo papeles en películas que eran personajes dentro de personajes, películas dentro de películas o sueños dentro de sueños como en "The Mask" o "Truman Show", fue una forma de darse cuenta de que nadie realmente existe, que Jim Carrey también era un personaje, que todas las identidades son falsas, son constructos humanos, son sólo ideas. Detrás de todo eso sólo hay lo que llama una energía danzante que es todas las cosas... O quizás, los más escépticos creerán que tal vez este Jim Carrey espiritual, que dice que lo único que existe es el amor, que no hay separación, es solamente otro personaje con el cual busca sanar o sólo tapar un profundo dolor interno.
De cualquier manera, es indudable que, entre los múltiples personajes que las celebridades encarnan, esta nueva versión de Jim Carrey, que se atreve a criticar el establecimiento mismo de Hollywood, la fama, dudar de su propia existencia y sugerir que toda la procesión de la fama y el éxito es absurda, es uno de los personajes más frescos e interesantes que ha producido el sistema. Una buena muestra de esto puede verse en el pequeño documental de "I Needed Color" o en esta cándida entrevista.