5 museos interactivos que visitar en CDMX
Publicado el: 22/12/18

Si te apasionan los museos, la historia y las artes en todas sus formas y variedades, te  te presentamos 5 museos interactivos para que visites estas vacaciones. Será cómodo y divertido el recorrido.





La Ciudad de México es increíble. Es una urbe descomunal en la que viven veinte millones de personas, todos con historias que contar, sus propios restos arqueológicos como herencia y habitando en edificios que nos recuerdan un pasado glorioso y un futuro que pinta prometedor para los ciudadanos. En los museos se preservan piezas que nos hacen dar cuenta de nuestra historia y en la ciudad, tenemos museos para presumir.

Sabemos que la ciudad cuenta con un muchos museos y todos ellos son de gran valor cultural y de mucha importancia para reconocer el legado de nuestra ciudad. Hay algunos museos que todo capitalino debería visitar por lo menos una vez en su vida, tales como el Museo Nacional de Antropología, el Museo de Arte Contemporáneo, el Museo del Castillo de Chapultepec, el templo mayor. Pero hay otros museos que deberíamos visitar para alimentar nuestra curiosidad y recorrer todos los demás museos que existen en la cdmx.

Estos cinco museos son de lo más distintivo, son museos novedosos y lo mejor de todo son interactivos, es decir que puedes tocar, hablar, moverte y aprender jugando. De este modo evitaremos el regaño de nuestros de los vigilantes. O si estás buscando algo divertido, económico y cultural, para hacer este verano, visita, MXCity te lleva a un recorrido por estos interesantes recintos:

Futura CDMX

San Jerónimo s/n, Centro, 06000, CMDX


En Futura CDMX, Centro Interactivo se exhibe la transformación urbanística de esta gran ciudad. Ubicado en pleno corazón capitalino, cuenta con 2 mil metros cuadrados equipados con la tecnología más avanzada. Este asombroso espacio tiene 150 metros cuadrados y la Gran Maqueta de la Ciudad de México, es una de las representaciones urbanísticas más grandes del mundo. Para elaborarla se requirieron más de 70 personas.

Cuenta con dos gradas con capacidad para 240 visitantes, proyectores de alta definición y un sistema especial de audio que dan vida a una espectacular inmersión audiovisual. Sobre ella se proyecta un mapping audiovisual que muestra la asombrosa transformación de la capital mexicana. Un impresionante espectáculo que reflexiona sobre el pasado, el presente y el futuro de la ciudad.


Museo de la Luz

San Ildefonso 43, Centro México, 06020.


Desde la teoría del color, extracción de pigmentos, pasando por la luz de las estrellas en el firmamento, hasta una sala interactiva con espejos que deforman la imagen,

el museo ofrece un aprendizaje vivencial para niños. También hay un espacio dedicado a las ilusiones ópticas que pone a jugar a personas de todas las edades. Además el museo cuenta con un sustancioso cineclub, da conferencias, talleres, cursos de verano y visitas nocturnas el último miércoles de cada mes. Todas las salas cuentan con opción de lectura en braille.

Museo de Ripley

Londres 4, Juárez, CDMX.



Este museo interactivo es fuera de serie. Aquí puedes encontrar personajes como el hombre más alto del mundo y el más gordo. Una replica de la Mona Lisa hecha con pan tostado, un pedazo del Muro de Berlín, un estuche antivampiros con crucifijo, un vestido hecho con cabello humano… Y lo más impresionante del museo: su túnel giratorio con un festín de color. La ilusión óptica es muy divertida.


Planetario Luis Enrique Erro

Unidad Profesional Adolfo López Mateos, Wilfrido Massieu s/n, Zacatenco, CDMX.


Este recinto cuenta con un museo y un domo de inmersión digital. Sólo se puede visitar con un recorrido guiado, lo que hace más enriquecedora la experiencia, ya que los comentarios de los guías explican y complementan el montaje interactivo de cada una de las salas. Algunas de las cosas que verás son modelos a escala de naves espaciales, conocerás al equipo de astronautas que visitó la luna por primera vez y hasta podrás experimentar lo difícil que es manipular herramientas al usar un traje espacial. También hay maquetas de los planetas y algunas piezas originales de naves espaciales donadas por Rusia y EU.


Museo Herdez

Seminario 18, Centro, 06060, CDMX.



Este Museo Galería Nuestra Cocina Duque de Herdez promueve la difusión de la historia de la cocina mexicana. Aquí podemos observar la evolución y preservación de la cultura alimentariay su influencia en las tradiciones, costumbres e identidad de los mexicanos. La visita al museo es interactiva debido a que cada sala está dotada con juegos que brindan información de cómo se conservaba la comida en las diferentes épocas o la importancia de los ingredientes a lo largo de la historia.


Museo Interactivo de Economía (MIDE)

Calle de Tacuba 17, Centro Histórico, Centro, 06000, CDMX.


Este es el primer museo del mundo dedicado a hablar sobre el dinero, con temas sobre cómo manejar tus finanzas en la vida diaria, cómo comprar, vender y cómo no endeudarte. El museo tiene información básica para que desde pequeños tomemos sobre nuestra forma de administrar el dinero. Hay un recorrido por la historia de los bancos, la fábrica de billetes, el área de numismática, exhibiciones permanentes así como cursos y diplomados para comprender que al final todos jugamos el mismo juego.


Arte callejero
Publicado el: 21/12/18

Murales a pincel: 4 artistas plasmaron el espíritu navideño en los cajeros automáticos de un banco.


Si comparas las dimensiones de un pincel con las de un mural, seguro te preguntarás cómo es que una cosa tan pequeña ayudó a crear algo tan grande. Sin embargo, los pinceles son la herramienta principal de los artistas que buscan incorporar trazos sutiles, texturas y detalles en su obra.


Durante siglos los pinceles han sido protagonistas de las artes visuales y aunque en tiempos actuales se han popularizado otras herramientas, como el aerosol, éstos siguen siendo los favoritos de miles de artistas. Para celebrar esta ancestral técnica, Santander convirtió cuatro de sus sucursales en un enorme lienzo rojo donde talentosos jóvenes plasmaron el espíritu navideño a pinceladas:

1. PANCA

Panca es una artista visual nacida en San Diego, California, quien encontró en las  calles de la convulsa ciudad de Tijuana sus motivaciones y temáticas artísticas. Paola Villaseñor, nombre real de la artista, se ganó su apodo entre los amigos, el desmadre y el desenfreno nocturno que se ambienta con rolas punk.

Su obra visual surfea entre las olas del surrealismo, la ilustración, el erotismo, la felicidad, el caos, la monstruosidad, la rabia y las tonalidades de color pastel. La obra de la Panca es la celebración de un orgasmo sin final. Es el resultado de una obra que no para de cruzar fronteras.



2. JORDI ALÓS

Jordi Alós es uno de esos artistas (diseñador y pintor) mexicanos que ha picado piedra desde sus inicios, a pesar de haber sido rechazado en múltiples convocatorias; no por falta de talento o poca pasión por lo que hace, sino por no pertenecer al selecto grupo de graduados de las escuelas de artes más prestigiadas de la ciudad.

Con un favorable impacto en redes sociales, ante su iniciativa de sacar la pintura de su área de confort y enfrentarla en un ambiente un tanto irrespetuoso y efímero, Jordi decidió dar un paso más e intervenir en vivo  (con aerosol y/o acrílico) las piezas. Una experiencia visual, diferente para cada muro.




3. EBETH ROLDÁN PÉREZ





4. MARÍA ANTONIETA CANFIELD

Su vida pende de tan sólo un par de cuerdas y arneses que ata durante unos 30 minutos a su cuerpo. A rapel, la artista mexicana María Antonieta Canfield se vale de saltos para crear obras de gran formato sobre fachadas de enormes edificios.

A la hora de pintar, a Canfield siempre la acompaña un guía-técnico de rapel. Colocarse el equipo tarda uno 30 minutos. No hay nada más: un muro, botes de pintura, cuerdas y arneses, un abismo de varios metros de altura y ella.

Su primer contacto con el arte comienza gracias a su padre, quien es escultor. Tras el paso del tiempo, ella decidió emprender un viaje a Europa para emprender una formación artística.

La primera parada fue en Italia, donde estudió las técnicas del arte antiguo y restauración de fresco. La segunda escala se dio en Bruselas para formarse en el campo de las artes visuales y contemporáneas, pero terminó odiando las clases. Ella se percató que su verdadera escuela se encontraba en las calles tras convivir con un grupo de grafiteros que estudiaban en el mismo instituto.




La mejor biblioteca de arte de Latinoamérica
Publicado el: 11/12/18


Oaxaca, Oaxaca.- El artista plástico Francisco Toledo se siente orgulloso de haber creado una de las bibliotecas especializadas en arte más importantes de Latinoamérica, la cual es parte del Instituto Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO) que fundó en noviembre de 1988 porque han formado nuevos artistas y escritores, pero además se han abierto otros espacios culturales que colocan a Oaxaca como el epicentro de la cultura del país.


“En la biblioteca del IAGO hay libros que hubiera deseado tener cuando empezaba en el arte. Por ejemplo, unas publicaciones de la UNESCO que veía en la galería de Antonio Souza, llegaron muchos años después a mis manos porque la familia de Rufino Tamayo nos donó su biblioteca”.


Justo cuando coloca libros en el último librero que se adhirió a una de las salas de la biblioteca, insiste en que “soy el que más ha aprendido de esta biblioteca”.



Para Toledo lo importante de la Biblioteca del IAGO es que los libros están a la mano de todos los usuarios, “porque en las bibliotecas de libros de arte no te los dejan sacar, porque son caros, delicados, porque los pueden manchar. Nosotros hemos dejado libros a la mano del usuario porque es un gusto sacar distintos libros a la vez”.


La familia del artista también está involucrada en este proyecto cultural. Actualmente, su hija Sara López Ellitsgaard es quien dirige la asociación civil Amigos del IAGO y del Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo. La asociación ha desarrollado distintos proyectos educativos y culturales en el Istmo de Tehuantepec y la ciudad de Oaxaca.


Todos los hijos de Toledo están involucrados en hacer crecer el acervo de libros y arte que es parte de la Colección Toledo/INBA.