Conoce al artista que sólo puede crear cuando está sonámbulo
Publicado el: 13/06/18

 

 

Muchas personas quisieran tener un talento natural, sueñan con convertirse en grandes artistas, pintores, actores o maestros. La práctica hace al maestro, dicen. Pero hay un hombre que se convirtió en un gran pintor mientras soñaba. Por esa razón Lee Hadwin esconocido como "El Artista Sonámbulo".

 

Nació en Wrexham y se mudó a Denbigh, Gales del Norte, a la edad de tres años. Y desde que era pequeño, alrededor de los cuatro años de edad, ya dibuja dormido, pero no fue hasta su adolescencia cuando sus obras comenzaron a ser más detalladas y más elaboradas. "Dibujé a Marilyn Monroe y por la mañana simplemente miré el dibujo y pensé: '¡Oh, guau!", dijo Hadwin sobre su extraña forma de hacer arte. 

 

Siempre se levantaba con dibujos y garabatos por todos lados, como en las paredes, muebles, periódicos y hasta en su ropa, en los que plasmaba dibujos hechos con crayones, pintura, lápices, etc. "Mis padres me llevaron a los médicos, pero simplemente lo atribuyeron a una forma de caminar dormido porque lo que estaba haciendo era 'simplemente garabatear'. Realmente no pensaron demasiado sobre eso, para ser honestos, y supusieron que era sólo una fase de un trauma ", explicó Hadwin.

 

 

Checa un poco de sus obras:

 

 

 

 

Rimiyoho: pintura en movimiento
Publicado el: 05/06/18

 

 
 
El artista mexicano Fernando Sica ha creado una alucinante experiencia inmersiva de arte digital con proyecciones de 'light painting' realizadas en tiempo real.
 
En 1943 el pintor norteamericano Jackson Pollock tuvo su primera exposición individual en la AoTC Arts of This Century Gallery, espacio curado y fundado por su amiga y mecenas Peggy Guggenheim. Su obra —pilar del expresionismo abstracto— sorprendía por el grado de experimentación que manifestaba y por arriesgarse a innovar el lenguaje pictórico, no desde los temas y técnicas que legitimaron los manifiestos vanguardistas, sino desde una comprensión del pigmento como ente "vivo" capaz de ser un cómplice con el artista y el azar. Así nació el dripping, goteo de la pintura para que sus salpicaduras se distribuyeran libremente a través del lienzo, generando composiciones impredecibles que el artista dirigía con intuición y espontaneidad.
 
 
La noción action painting de Pollock ha influenciado la producción de artistas contemporáneos como Heather Hansen, cuyo trabajo plasma el movimiento puro, la expresión del cuerpo desde la intimidad a través de performances en los que la "pintura" ocurre mientras baila con carboncillos en sus pies y manos, mientras el compás de sus movimientos queda registrado en una tela de grandes dimensiones, convirtiéndolo en el lienzo de su propia presencia, el registro de ella misma. Pero Heather Hansen no sólo ha logrado dibujar la danza, sino también a entender a la acción como creación artística. Esa es su obra.
 
 
Ésta es la inspiración para Rimiyoho, un proyecto que invita al espectador a convertirse en testigo del proceso de realización de una pintura en vivo, que se proyecta además en un mapping sobre grandes escenarios y edificios del espacio público. Sus instalaciones multimedia de light painting destacan por ser pintura en movimiento, una experiencia sensorial a partir de proyecciones de realidad virtual y videos 360 que permiten a los amantes del arte rodearse por piezas creadas exclusivamente para ser experimentadas a través de su presencia.
 
Rimiyoho reinterpreta la pintura como un lenguaje capaz de independizarse del lienzo tradicional y transformarse en una expresión libre de colores mediante cualquier soporte, como sus alucinantes instalaciones y murales que cobran vida en dimensiones que nos rebasan. Así, el grafiti digital creado por Rimiyoho nace de una herramienta digital, pero conserva y respeta la esencia análoga de la pintura: el trazo del dibujo guiado por la intuición.
 


 
 
Su obra se compone de "grafitis botánicos" como nombra al acto de lograr que flores, plantas y jardines crezcan en las paredes, pero también le interesa retar los límites de lo posible y trasladar paisajes acuáticos a la superficie , así como "pintar" mandalas y fantásticas criaturas gigantes que se apropian del espacio. Como artista urbano, mantiene el misterio del anonimato del autor, ya que durante las acciones, Rimiyoho oculta su rostro y se describe como un hechicero de luz misterioso que se comunica y expresa con la luz, pero prefiere mantener su nombre en la sombra para ser libre.
 

Las 8 pinturas más caras de Latinoamérica
Publicado el: 22/05/18


Los artistas latinos siempre están en el gusto de coleccionistas, quienes son capaces de desembolsar millones de dólares con tal de tener en sus muros una pintura de Tamayo o Frida Kahlo.


“Trovador” (1945)

Rufino Tamayo

 

Valor: 7,2 millones de dólares durante una subasta de Christie’s (29 de mayo de 2008).

 

El "Trovador" fue parte (durante muchos años) de la colección de Stephen C. Clarke, quien se lo regaló al vendedor hace 60 años. La pintura es una de las menos conocidas de Tamayo debido a que ha sido expuesta en muy pocas ocasiones. Representa al artista popular mexicano con uno de los instrumentos que forman parte de la música tradicional mexicana.

 

 

“América” (1955)

Rufino Tamayo


Valor: 6 millones de dólares durante una subasta de Sotheby’s (18 de noviembre de 2008).

 

En el momento de la realización de este mural, Tamayo no contó con asistentes, aun así completó su gran obra en tan sólo siete días, trabajando a un ritmo febril. “América” muestra toda la grandeza cultural y natural de un continente que ha tenido que luchar contra las adversidades. Pertenece a una época en que Tamayo gozaba de éxito internacional y su obra se exhibía en galerías como Julien Levy, Pierre Matisse, Perls y Knoedler. Su reputación lo posiciona actualmente como uno de los grandes coloristas del siglo XX.

 

 

“Raíces” (1943)

Frida Kahlo

 

Valor: 5,6 millones de dólares durante una subasta de Sotheby’s (mayo de 2006)

 

Frida vuelve a demostrar que siempre ha estado en el gusto de los conocedores del arte. En este cuadro, como en muchos otros, ella es el personaje central: está reclinada en un paisaje rocoso con raíces saliendo de su torso y de ellas fluye sangre como símbolo de vida. La obra data del periodo en el que la pintora se casó por segunda vez con Diego Rivera.

 

 

“Autorretrato” (1929)

Frida Kahlo


Valor: 5 millones de dólares durante una subasta de Sotheby’s (1 de junio de 2000).

 

Esta pintura es una muestra más de que la fascinación por la pintora mexicana entre los coleccionistas más fervientes es única en todo el mundo. Este autorretrato no es de los más conocidos de la artista, por ello resulta lógico pensar que alguien quisiera tenerlo como parte de su colección. A diferencia de otras obras, en ésta no se observa a una Frida doliente, sino más bien contemplativa y relajada, mostrando ropas y accesorios tradicionales de su México natal.

 

 

 

“Flores de México” (1938)

Alfredo Ramos Martínez

 

Valor: 4 millones de dólares durante una subasta de Christie’s (mayo de 2007).

 

Durante la tradicional subasta de arte latinoamericano efectuada en 2007 en Nueva York, la obra de Alfredo Ramos Martínez fue la gran sorpresa de la noche. Se trata de uno de los artistas mexicanos más importantes del siglo XX, considerado “Padre del Arte Moderno”. El poeta Rubén Darío lo llamó “El pintor de las melancolías”. La trayectoria de Ramos Martínez inició en su natal Monterrey desde los 12 años cuando mostró aptitudes para la pintura. Obtuvo una beca para estudiar en la Escuela Nacional de Bellas Artes y después continuó sus estudios en Francia, donde la crítica europea lo consideró un pintor con una carrera prometedora.

 

 

 

“Danza Afrocubana” (1943)

Mario Carreño

 

Valor: 2 millones de dólares durante una subasta de Sotheby’s (30 de mayo de 2007).

 

La trayectoria de este pintor cubano-chileno le hizo merecedor del Premio Nacional de Arte de Chile en 1982, país del que había obtenido la ciudadanía en 1969. A través de una pintura como “Danza Afrocubana” Carreño da muestras de ser un artista que rescata las tradiciones e identidad de América pero con las técnicas y el estilo de las vanguardias europeas que siempre admiró. El pintor es considerado actualmente como uno de los artistas de este lado del mundo que mejor supo plasmar el ambiente tropical y colorido de América.

 

 

 

“Endless Nudes” (1941)

Roberto Matta


Valor: 2 millones de dólares durante una subasta de Sotheby’s (19 de noviembre de 2009).

 

Esta pintura abstracta en la que una serie de erupciones volcánicas se funden con un paisaje es una de las obras más aclamadas del chileno Roberto Matta, quien se inspiró parcialmente para la ejecución de esta obra en un viaje a México, en 1941, en el cual presenció una gran actividad volcánica que inspiró muchos de sus trabajos. Matta fue una notable influencia para artistas del expresionismo abstracto como Jackson Pollock, Robert Motherwell y Arshile Gorky.

 

 

“Valle de México” (1877)

José María Velasco


Valor: 2,4 millones de dólares durante una subasta de Christie’s (noviembre de 1991).

 

El más grande paisajista de México —además de Dr. Atl— realizó una serie de obras con el Valle de México como protagonista que lo colocaron como uno de los grandes expositores de la belleza natural de este país. La obra de Velasco es monumental tanto en contenido como en ejecución, ya que captó de manera totalmente real cada elemento que plasmaba en sus lienzos, haciéndolo vivir ante el rostro de los espectadores.