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        El arte figurativo, al contrario que el arte abstracto, es definido por la representación de figuras; éstas como objetos identificables y reconocibles.

        Los llamados "cuadros mentales" son aquellas imágenes que guardamos en nuestro cerebro, sin importar cuándo o dónde las hayamos visto. Dichas imágenes llamaron alguna vez nuestra atención y subconscientemente decidimos volverlo importante; no solamente recordamos las imágenes, sino que inclusive somos capaces de relacionarlas con un sentimiento o una emoción.

        Esto es lo que pasa cuando ves una obra de arte y te hace sentir algo pero no sabes exactamente qué. Pobablemente seguido de esto lees el título y todo se relaciona aún más. Muchas veces esta es la forma de operar del arte figurativo y el que lo observa. Las obras figurativas toman algo de la realidad y se convierten en pintura, transformándose así en algo comprensible pero contradictorio a la vez, puesto que visualmente no es igual a lo que conocemos, y aún así tiene algo que lo hace similar.

        Es ésta la gran ventaja del arte: el significado que le damos a cada obra es siempre nuestro, y dependerá únicamente del resultado de la suma de la intención del artista mas lo que tenga por decir nuestra imaginación, nuestros pensamientos, nuestro momento de la vida en el que estemos. Al final la imaginación es la forma principal que tenemos de dar vida a lo inanimado; y como dijo Octavio Paz "Cada uno busca algo en el arte. Y no es insólito que lo encuentre: ya que lo lleva dentro".

                                                                  

                                                                                                    Obra: Hoja, Claudia Rodríguez