Pasión por el arte monocromo
Publicado el: 24/11/17

La National Gallery londinense dedica una exposición con medio centenar de piezas para indagar en la obra de artistas que renunciaron a la variedad de colores

 

 

La National Gallery londinense ha insertado un islote eminentemente monocromo entre la explosión de color de su pinacoteca para hablar de aquellos artistas que en su día renunciaron a la variedad de tonos de la paleta en pro del poder visual del blanco y negro. Medio centenar de obras desplegadas por cinco de sus salas integran un recorrido de luces y sombras a lo largo de más de 700 años, desde expresiones artísticas del medievo hasta las más recientes propuestas contemporáneas.

Las pinturas y dibujos que el museo de Trafalgar Square exhibe hasta el 18 de febrero tienen como nexo el recurso al blanco y negro o a una gradación intermedia que, según el tiempo y el contexto, puede responder tanto a la libre elección del autor por motivos estéticos o emocionales como al sentido práctico o incluso a la pura necesidad. Ese último fue el caso de los monjes cistercienses en la Edad Media quienes, forzados a obviar el “fruto prohibido” del color en las vidrieras de sus iglesias (porque les distraía de su recogimiento en la oración), cultivaron en su arte la escala de grises de la grisalla.

La sección de un panel ejecutado en siglo XIV para la iglesia de Saint-Denis (París), en cristal gris traslúcido, con motivos plateados y destellos en amarillo, se exhibe al inicio de la muestra como ejemplo de la rápida expansión de la técnica de la grisalla en otros centros religiosos de Europa. La pieza integra hoy los fondos del Victoria & Albert, uno de los grandes museos que participan con sus préstamos en la exposición Monocromo: pintura en blanco y negro, al igual que el Thyssen-Bornemisza o El Prado, entre otros.

 

La primera de estas dos instituciones de Madrid aporta un díptico de la Anunciación firmado por Jan van Eyck (1433-1435) para ilustrar la espectacularidad con la que el blanco sobre negro puede crear la ilusión de un grupo escultórico. Imitar la apariencia de la piedra esculpida ha sido un desafío que los artistas han encarado a lo largo de los siglos con la extraordinaria pericia, por ejemplo, de Jacob de Wit: es difícil no confundir su cuadro Júpiter y Ganimedes (1739) con un relieve tridimensional. O desentrañar cómo Hendrik Goltzius consigue que la pintura Ceres y Baco (1606), cedida para la ocasión por el Hermitage de San Petersburgo, parezca un grabado.

La invención de la fotografía en 1839, y más tarde la del filme, sigue estimulando a los pintores a responder o competir con los nuevos medios. En los años sesenta del pasado siglo Gerhard Richter utilizó una foto de prensa de una prostituta asesinada como base para el cuadro Helga Matura, cuyo sujeto se adivina borroso en gradaciones del gris, que él consideraba “el color ideal para la indiferencia”.

Antes que un recurso expresivo, la omisión del color era cinco siglos antes una opción sobre todo práctica que permitía a los artistas concentrarse en la composición, en la luz y las sombras que modelan las figuras y objetos, para plasmarlos luego en el lienzo con todo su colorido. Y para reutilizar una y otra vez esos patrones, como en el caso de un estudio de la vestidura de san Mateo para un cuadro renacentista -atribuido a Domenico Ghirlandaio- cuyos detalles también aparecen en el fresco de una iglesia de San Gimignano (Italia).

La habilidad y talento que denotaban esos trabajos preparatorios acabaron convirtiendo muchas propuestas del monocromo en obras en sí mismas. Jean-Auguste-Dominique Ingres lleva esa idea a la máxima sofisticación al repensar y volver a ejecutar en blanco y negro su óleo La gran odalisca (1824-1834). Apasionado de la obra de los grandes maestros, un Picasso en la vejez trabajó también en blanco y negro su serie de pinturas en torno a las Meninas de Velázquez, entre las que la National Gallery expone la de la infanta Margarita María, procedente del Museo Picasso de Barcelona.

 

En la sección final de la muestra, la atracción de los artistas abstractos por la ausencia de color y su resultados impactantes o provocadores tiene como pieza estelar el Cuadrado negroque el suprematista Kazimir Malévichinsertó flotando entre los límites de un marco blanco. El recorrido por la continuidad histórica y la diversidad de la técnica monocromática, desde el medievo hasta esta última obra icónica de las vanguardias, tiene su epílogo en una sala completamente desnuda. Olafur Eliasson (Copenhague, 1967), famoso por sus instalaciones, ha iluminado el espacio con lámparas amarillas de sodio que suprimen el resto de frecuencias lumínicas: la experiencia total del mundo monocromático.

 

 

 

'Loving Vincent': 125 artistas y 65 mil pinturas hicieron la primera película pintada al óleo del mundo.
Publicado el: 12/09/17

Tomó siete años y 65,000 cuadros pintados a mano para convertir una película de animación única sobre los últimos días de Vincent Van Gogh.

"Loving Vincent" está catalogado como el primer largometraje completamente pintado al óleo, pero incluso esa descripción no sólo no le hace justicia al proceso minucioso y extremadamente técnico que tomó para hacer esta película única en mano. Te invitamos a descubrir como a lo largo de siete años, hicieron esta película que cuenta la historia de la vida real de Vincent van Gogh a través de sus pinturas.

Para lograr esto, los co-directores compusieron imágenes en vivo con las pinturas de Van Gogh y utilizaron animaciones generadas por ordenador para darle al contexto de la naturaleza muerta un realismo tridimensional. 

65,000 pinturas al Óleo

Una parte más pequeña de la película se compone de escenas en blanco y negro que no se establecen en contra de una pintura de Van Gogh, y dependen en gran medida de la animación de rotoscopio de computadora. Pero para la mayor parte de la película, los co-directores querían trazos reales cepillados a mano que capturaron el estilo de Van Gogh. Animación por ordenador sería inaceptable.

"Las pinturas de Vincent tienen un cierto ritmo en los pinceles pintados". "Esto no es algo que usted acaba de copiar de rotoscoping. Esto tenía que ser animación creativa. Tuvieron que controlar cada cuadro y animar los trazos del pincel marco por cuadro. "

El primer paso fue tomar a los actores -que fueron lanzados en base a la semejanza física y disfrazados con pelo completo y maquillaje para el rodaje- y ponerlos en línea con los temas de los retratos de Van Gogh. Los pintores especializados en diseño de personajes crearon 377 pinturas en lienzos de 26 "x 19 'que fusionaron actor y tema en uno solo.

Luego, usando estas pinturas de diseño como referencia, un equipo más grande de pintores reimaginó el metraje de acción en vivo y lo trajo a la vida usando técnicas tradicionales de animación stop-motion - excepto que los marcos fueron pintados al óleo en lugar de dibujados.

 El equipo de producción construyó 97 estaciones de trabajo de animación de pintura para el equipo más grande de pintores, que vinieron de toda Europa para trabajar en uno de los tres estudios en dos países. Las estaciones fueron diseñadas para que cada artista pudiera hacer referencia fácilmente a las imágenes proyectadas sin tener que preocuparse por la tecnología o la luz, ya que coincidían con pinceladas y colores en la animación de sus lienzos originales.

En total, se crearon 65.000 pinturas para la película y se rodaron con una cámara digital Canon D20 de 6K de resolución. Algunos trabajos de postproducción hicieron pequeños ajustes, pero la película final - que Good Deed Entertainment lanzará en los teatros estadounidenses el 22 de septiembre.


El arte puede ayudar a mejorar la imagen y reconocimiento social de tu negocio.
Publicado el: 21/08/17

Es bien sabido que cuando se crea un negocio se debe tener controlado una gran cantidad de aspectos si pretendemos que funcione correctamente. 
 
Uno de estos aspectos que no siempre se tiene en cuenta y que ha tomado mucha importancia en los últimos tiempos es la decoración de nuestro espacio de negocio.
 
          
 
Sea cual sea nuestro giro; ya sea una tienda, consultorio, estudio, despacho, oficinas, la decoración de nuestro espacio es muy importante, ya que es nuestra carta de presentación y la primera imagen que se van a llevar cuando los clientes nos visiten.

¿Qué le aporta el arte a mi negocio?

Antes que nada, debemos tener en cuenta que la decoración de nuestra empresa es necesaria para crear un buen ambiente, un clima idóneo que vaya relacionado con la actividad principal de nuestro negocio y en el cual tanto nuestro personal como nuestros clientes se encuentren cómodos, siendo ésto lo básico para el buen funcionamiento del mismo.
 
           
 
Es mucho más que solo decorar, una pieza artística nos permite sorprender y llamar la atención de nuestros visitantes de una forma muy positiva. Al incorporar arte estás dándole una vital importancia a tu negocio; ya que el arte es un bien que goza de un alto reconocimiento social y te otorga un plus de sofisticación y distinción. 
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